RPT - La pasión de algunos por la estética del pasado no conoce límites, ni siquiera el de la comodidad, pero desde luego el estilo desenfadado y setentero del músico no podía admitir un pinganillo como el de todo el mundo, el típico auricular pequeñito que se incrusta en el oído y te permite continuar la conversación telefónica dejando tus manos libres.
En puridad este manos libres no lo es tanto, dado que es un auricular normal de teléfono fijo de casa, pero… ¿y lo contento que está Lenny Kravitz? Y aún hay más.
Tradicionalmente si veías a alguien por la calle hablando solo decías que o está loco o tiene albañiles en casa.
Desde que se inventaron los pinganillos (por no hablar de los cada vez más pequeños auriculares Bluetooth) habría que extender esa acepción para no dejar fuera a quienes mantienen cierto nivel de cordura y no tienen contratada ninguna reforma en su hogar.
Pero luego vienen las estrellas el rock a echarnos por tierra años de avances en la comodidad llevada a las conversaciones callejeras por móvil.
En puridad el manos libres de Lenny Kravitz no cumple su función porque le vemos con las manos bastante ocupadas, una sosteniendo el gran auricular, proveniente quizá del teléfno de casa de la abuela, mientras que con la otra lleva su iPhone.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario