Hola- Nunca ganaron un Oscar como Cher, no se embarcaron en aventuras eróticas como Prince, ni recibieron tan malas críticas como Madonna, pero los Beatles han sido siempre una inspiración para el cine, como demuestran Nowhere Boy y el proyecto de biopic de John Lennon de Liam Gallagher. Al margen de sus aventuras animadas en "Yellow Submarine", del entretenimiento semidocumental de Qué noche la de aquél día (A Hard Day's Night)" o del proyecto no resuelto de Stanley Kubrick para adaptar con ellos El señor de los anillos, los Beatles en realidad han sido más fructíferos para el cine como argumento que como actores. Como chico de barrio de Liverpool que era Lennon, Nowhere Boy, que se estrena este fin de semana en España, utiliza su adolescencia para un cóctel de cine social británico tamizado por una banda sonora rock pre-Beatles y con crónica clásica del adolescente inadaptado en familia desestructurada. Interpretado por Aaron Johnson y recordando que antes de las gafas de montura fina y flequillo, Lennon aspiraba antes a ser un nuevo Elvis que piedra fundacional de la revolución musical pop que llevó a cabo con Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Ahora se vislumbran para futuros no muy lejanos dos aproximaciones explosivas: la que prepara el que muchos consideraron heredero natural de la banda, Liam Gallagher, con Johnny Depp en el papel de John Lennon, y una rocambolesca mezcla de The Beatles con el cine de zombies basada en la novela gráfica de Alan Goldsher "Paul is undead: the British zombie invasion".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario