Ritmoson- La noche del miércoles, en el Auditorio Banamex en Monterrey, México, arrancó la etapa mexicana de la gira "Euphoria" de Enrique Iglesias, donde acudieron más de 6 mil 500 personas y en la que el cantante español hizo gala de simpatía ante sus seguidores. Enrique se "emborrachó" con un par de tragos que tomó en pleno escenario e hizo que esa "euphoria" contagiara hasta a quienes iban "a fuerzas", acompañando a sus novias o esposas, y que malévolamente fueron exhibidos por el artista. De jeans, playera y gorra, indumentaria ya indispensable en él, Enrique comenzó su presentación a las 21:45 horas. Y lo hizo fuerte, interpretando Tonight. Ese primer encuentro entre artista y público entabló una comunicación directa con quienes recibieron el tema de pie, bailando al ritmo de un estupendo sonido. "Buenas noches Monterey, qué bueno que están aquí. ¡Fuerza Monterrey, mucha fuerza!", expresó para animar a los regios a no dejarse amedrentar por los hechos sangrientos que se han suscitado en los últimos meses. Con Rhythm divine y Bailamos aquello se convirtió en una verdadera disco en donde todo el mundo se puso a bailar. "Tengo que recordar temas de mis inicios, de 1995 hasta llegar al 2011, ¿estamos?", cuestionó para escuchar un rotundo "sí", de tal suerte que siguió Experiencia religiosa, interpretada con tan sólo con acompañamiento de dos guitarras y un bajo, para después, en la parte fuerte de la canción, unirse toda la orquesta. "¿Alguien tiene suficientes huevos para subir aquí conmigo y cantar?", dijo el artista y fue precisamente en esta parte del show cuando Enrique cometió el que quizás fue su único error de la noche: Compartir los reflectores con Francisco, una persona del público, quien venía de Chihuahua con su familia y a quien invitó a subir al escenario para cantar algunos de sus hits de antaño. Empapado de sudor, con una amplia sonrisa y ocn la satisfacción dibujada en el rostro, Enrique quiso retirarse a las 22:53 horas, pero era imposible hacerlo y regresó para cantar Héroe, Escape y la última de la noche, I like it, despidiéndose a las 23:16 horas, no sin antes agradecer, una vez más, la asistencia de su público, ese que lo idolatró durante cerca de 90 minutos de show.
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